Maxhularis plasma una fuerza cromática insólita a cada una de sus composiciones haciendo que estas siempre tengan mucho mas de lo que se puede captar a simple vista.
Su realismo ofrece un renovado reflejo de realidad visible que al mismo tiempo es cargado de un lenguaje simbólico de la energía vital lleno de emociones y sentimientos para Maxhularis, la pintura no surge de una necesidad interior sino de la imposición de una energía la cual es la fuerza decisiva en la génesis de sus obras.
Para Maxhularis el arte no es producto del tiempo presente sino una fuerza activa vivificadora capaz de reactivar las percepciones sensoriales atrofiadas en la mayoría de los seres humanos haciéndolos imperfectivos a los gritos de sus propias almas.
En sus obras realistas el cristaliza escena de un instante contemporáneo plasmado con una atmosfera espiritual interna que en muchos casos contradice irónicamente al aspecto externo de la imagen.
Con esto Maxhularis convierte la imagen superficial de sus obras en instrumentos de resonancia interior que expresan una verdad de la cual no se puede acceder por la vía lógica o visual sino por la contemplación meditativa de los sonidos internos que sus obras producen en nosotros.
Maxhularis también nos muestra en sus trabajos, que los efectos del color pueden producir vibraciones inmateriales en nuestro interior que nos hacen conectar con nuestro yo superior activando facultades perceptivas inagotables que nos fusionan con la totalidad del universo.
Para Maxhularis el arte no solo debe servir para el desarrollo y el refinamiento del alma humana sino que debe estimular el reconocimiento de nuestra verdadera identidad y nuestro lugar el la amplia dimensión del universo.
Sus obras contrastan el realismo clasicista con un expresionismo simbólico que forma una vida común en una brillante yuxtaposición de formas cromáticas totalmente dependientes entre si y que trascienden lo mas meramente estético y se elevara lo verdaderamente puro e inmaterial, lo que le permite crear obras donde se coexisten distintas realidades para crear una realidad superior la cual podríamos llamar la verdad interna o interior.
Maxhularis es un artista envolvente atípico y enigmático que se ha formado así mismo cuyas obras son independientes de las influencias pictóricas populares entre los maestros dominicanos. Mas sin embargo sus trabajos están profundamente enraizados con la identidad de la cultura Dominicana.